El Eucalyptus Grandis es una de las especies forestales de mayor importancia económica tanto para Uruguay como para Argentina.
En Uruguay, la plantación a gran escala de esta especie (y de otras especies forestales de rápido crecimiento) comenzó a principios de la década de los 90. Los primeros proyectos con E. grandis estaban destinados principalmente a la producción de trozas para la producción de pulpa de celulosa. Hacia mediados/fines de los 90, se dieron cambios importantes en las relaciones de precios/ costos que se observaban a principios de dicha década. La producción de madera para pulpa como rubro principal dejó de ser una opción viable en varias zonas del país. Ello generó la necesidad de implementar sistemas de manejo más intensivos con podas y raleos para obtener trozas de grandes diámetros libres de nudos. Este tipo de trozas son necesarias para el desarrollo de una industria procesadora eficiente y competitiva y con mayor amplitud de mercados potenciales. Estas plantaciones eran destinadas fundamentalmente a las industrias que implican molienda (celulosa y tableros), sacrificándose por tanto las posibilidades de destinos de mayor calidad y mejores precios como lo son el aserrado.
En la actualidad, la mayoría de las plantaciones de esa zona se realizan a densidades de entre 1000 y 1250 árboles/ha, llegando las más bajas hasta 625, e implementándose en algunos casos programas de podas y raleos para obtener trozas de grandes diámetros libres de nudos. Estos cambios en los sistemas de producción de E. grandis en la región pusieron de manifiesto la necesidad de disponer de información local en cuanto a las respuestas en crecimiento y calidad que pueden obtenerse bajo distintos sistemas de manejo en distintos sitios. Una manera de estimar el efecto que determinado manejo tendrá en el crecimiento del rodal es mediante registros de rodales sometidos a distintos manejos (por ejemplo, datos de parcelas permanentes o de inventario) o mediante ensayos en los que se comparen distintos manejos.
En la actualidad, la mayoría de las plantaciones de esa zona se realizan a densidades de entre 1000 y 1250 árboles/ha, llegando las más bajas hasta 625, e implementándose en algunos casos programas de podas y raleos para obtener trozas de grandes diámetros libres de nudos. Estos cambios en los sistemas de producción de E. grandis en la región pusieron de manifiesto la necesidad de disponer de información local en cuanto a las respuestas en crecimiento y calidad que pueden obtenerse bajo distintos sistemas de manejo en distintos sitios. Una manera de estimar el efecto que determinado manejo tendrá en el crecimiento del rodal es mediante registros de rodales sometidos a distintos manejos (por ejemplo, datos de parcelas permanentes o de inventario) o mediante ensayos en los que se comparen distintos manejos.
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